El queso añejo artesano se elabora artesanalmente con leche cruda de oveja. Son necesarios 12 meses de maduración y afinado en bodega para lograr conseguirlo un queso con textura firme laminar de color pajizo-dorado. El largo y lento proceso de afinado permite la exaltación de su potente sabor y aroma. Todo un deleite para los amantes del queso noble y prominente.
El queso ahumado en ceniza es elaborado con leche cruda de oveja. Es afinado durante 6 meses en bodega. En la última etapa de maduración, el queso se recubre de ceniza para potenciar su aroma y sabor. La ceniza se infiltra hacia el interior del queso, apareciendo ojos y venas que recuerdan al moho de penicillium de un queso azul. De textura cremosa, destaca por su intenso aroma a humo y un sabor equilibrado y único.
El queso añejo artesano se elabora artesanalmente con leche cruda de oveja. Son necesarios 12 meses de maduración y afinado en bodega para conseguir un queso con textura firme laminar de color pajizo-dorado. El largo y lento proceso de afinado permite la exaltación de su potente sabor y aroma. Todo un deleite para los amantes del queso noble y prominente.
El queso curado en pimentón se elabora de manera artesanal con leche cruda de oveja. Se madura durante 6 meses manera natural y controlada en bodega. La última fase de Afinado se recubre de pimentón en la corteza para potenciar al máximo un intenso sabor y aroma y una atractiva coloración.
El queso curado al vino se elabora con leche cruda de oveja. Es afinado con corteza natural y macerado en vino durante 6 meses de curación. Con un interior firme donde destacan las venas de color purpura del vino que se introducen hacia el interior. La textura suave y cremosa, destaca por su sabor y aroma delicado, donde los matices del queso y del vino armonizan sutilmente para conseguir un queso moderno, con un paladar exquisito.
El queso curado artesano se elabora según la forma tradicional con leche cruda de oveja. Se madura durante 6 meses en bodega hasta alcanzar una textura firme, ojalada de color marfil. El lento y a la vez profundo proceso de afinado con corteza natural enmohecida le permite conseguir un intenso y equilibrado sabor en boca. El sabor, aroma y la extraordinaria cremosidad hace de este queso curado un auténtico manjar.
El queso curado en aceite de oliva virgen extra es elaborado con leche cruda de oveja. Tras cuatro meses de maduración en bodega el queso adquiere cremosidad y firmeza. La segunda fase de afinado en maceración provoca la fusión perfecta del queso y el aceite para dar lugar a un excelente producto, de gran intensidad de sabor y aroma.
El queso curado en manteca se elabora artesanalmente con leche cruda de oveja. Se madura durante 6 meses de manera natural y controlada en bodega hasta alcanzar una textura firme y compacta de color marfil. La última fase de Afinado se recubre de manteca de cerdo en la corteza para potenciar al máximo un intenso sabor y aroma, a la vez que se consigue una textura mantecosa.
El queso curado en romero se elabora de forma artesanal con leche cruda de oveja. Durante seis meses el queso madura de manera natural y controlada en bodega alcanzando una textura firme, compacta de color marfil y agradable e intenso sabor en boca. Los dos últimos meses el queso se afina con hojas de romero en la corteza para aportar un aroma floral mediterráneo, que hacen de él un queso sobresaliente.
El queso Gran Reserva se elabora artesanalmente con leche cruda de oveja. Son necesarios 18 meses de maduración y afinado en bodega para lograr conseguir un queso con textura firme laminar de color pajizo-dorado. El largo y lento proceso de afinado permite la exaltación de su potente sabor y aroma. Todo un deleite para los amantes del queso noble y prominente.